Cómo ayudar a los hijos en el cambio de colegio

Enfrentarse a un doble cambio: colegio y ciudad es un momento muy delicado que va a requerir una dosis extra de atención por parte de los padres. Para minimizar sus consecuencias, conviene seguir las siguientes pautas.
Texto: Terry Gragera

Nos vamos a otro país
¿Qué ocurre cuándo a la dificultad de integrarse en una nueva ciudad y en un nuevo colegio unimos la de un idioma extraño? Sucede cuando la familia se traslada al extranjero. ¿Cómo actuar entonces? Una buena opción es apuntarlo a clases en ese idioma unos meses antes del traslado. Pero ¿qué tipo de colegio elegir? Según aconsejan los pedagogos: “Dependerá de la lengua de destino, pero si el niño es pequeño, quizá unos meses de adaptación en la guardería sean suficientes. En los niños algo mayores también dependen de las expectativas curriculares de los padres. Por adaptación, cuanto antes se acostumbre su oído a la nueva lengua, mejor”.

 Anticipar el cambio. “Los cambios siempre hay que anticiparlos desde que se sepa la noticia y normalizarlos”, aconsejan los expertos. “Si se trata de niños pequeños, ha de hacerse de un modo visual, para conseguir la comprensión y el efecto esperado”. Por ejemplo, se puede utilizar una cartulina para explicarles todo el proceso. Con los hijos mayores, también se puede anotar la fecha del traslado en una agenda que permanezca visible para que se vayan haciendo a la idea. En todo caso, hay que sentarse con ellos, y adaptándola a su edad, ofrecerles una explicación de por qué hay que mudarse. Se les debe involucrar en el proceso, pero sin dejarlos tomar en última instancia una decisión tan importante.
 
Presentarles su nueva realidad. Cuando estén decididos tanto la nueva ciudad como el colegio, merece la pena hacer una labor de “detectives” en familia. Consiste en implicar al niño en la búsqueda de rincones, lugares, actividades estimulantes para él que ofrezca ese lugar para que vaya ilusionándose con él. Si es posible, lo ideal es visitar antes tanto la nueva localidad como el centro escolar, pero si no, pueden buscarse datos en Internet para que el niño conozca cómo será el entorno en el que va a estar.

Ser paciente. Para muchos niños, al igual que para muchos adultos, un cambio de este tipo puede resultar demasiado estresante. Probablemente tu hijo se muestre más nervioso que de costumbre, duerma mal, esté irritable… Aunque, seguramente, como padre estés viviendo una situación difícil tú también, debes volcarte en apoyar a tu hijo. Él necesita confianza, seguridad y alegría para afrontar su nueva etapa, y, sin la presencia de sus amigos de siempre, es la familia la que se lo debe proporcionar. Hay que mostrarles nuestro apoyo y subrayar siempre las cosas positivas que ha traído el cambio. Seguramente él las niegue de primeras, pero ese tipo de mensajes acabarán calando en su interior.

Favorecer nuevas amistades. ¿Qué tal si preparáis una fiesta de bienvenida para conocer a los nuevos compañeros de tu hijo? También es buena idea que lleve a su clase algún dulce típico de vuestro lugar de origen, o que invite a algún compañero a jugar con él en casa. Como destaca la pedagoga, “ofrecer un ambiente tranquilo y seguro hará que el niño tenga menos complejos a la hora de formar parte de la nueva comunidad”. Además, hay que tener otro aspecto muy en cuenta: “No siempre se trata tanto de que el nuevo se adapte al grupo como de que el grupo facilite su llegada”, subraya.

Mantener el contacto con los antiguos compañeros. Lo más probable es que el niño eche mucho de menos a sus antiguos compañeros. En la medida de lo posible, “siempre es una buena opción”, como recomienda Lydia Martínez, mantener el contacto con sus antiguos compañeros de colegio.
 

Fuente:http://www.scholarum.es/es/contenidos/te-mudas/un-nuevo-cole-en-otra-ciudad

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