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Mostrando entradas de febrero, 2015

Aceptar nuestra cotidianidad donde nos toque vivirla

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Aceptación: Necesitamos aceptar nuestra cotidianidad donde nos toque vivirla. No significa estar de acuerdo con muchas de las cosas que suceden, sino entender que en la vida de cada quien puede llover pero que también luego saldrá el sol. Por Harry Czechowicz Esa lluvia puede tener formas variadas, como enfermedades, dictaduras, dificultades económicas, desamor o tantas otras situaciones adversas. Así, el término aceptación tiene que ver con asumir que, en cualquier caso, lloverá y luego saldrá el sol, y que esa experiencia nos brindó una oportunidad de aprendizaje y de crecimiento. Ellen Louise Sutherland, en su libro At Your Heart's Pace: An Offering of Essential Spiritual Exercises , (Heartspace Books, 2010), propone una serie de ejercicios de crecimiento espiritual que trabajan con emociones, tanto positivas como negativas. La autora habla sobre la idea de surrender, cuyo significado es rendición. Sin embargo, más que rendirse significa en este caso “entrega”, en e

¿Emigrar o innovar?

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Me gustaría decir que mejor innovar que emigrar, para que la juventud se constituya en artífice del cambio, pero reconozco que las circunstancias individuales son lo primero y que cada cual debe realizar su elección con plena libertad, sin reproches ni condicionantes. Por Carlos Goga En cualquier caso, me atrevo a compartir una serie de reflexiones, presentadas como consejos, que servirán a unos y a otros, tanto a los que quieran innovar como a los que quieran emigrar. Estas reflexiones son una adaptación de los consejos que encontré en el libro El Camino del Poder, de José Stevens y Lena Stevens. Si te apetece el original, aquí puedes conseguirlo. 1. Prepárate en lo energético, en lo físico, en lo emocional y en lo psicológico. En primer lugar, debes ser capaz de afrontar el estrés que acompaña cualquier cambio fuerte. Tanto si apuestas por innovar como si apuestas por emigrar, no tengas dudas de que vas a tener que hacer frente a situaciones muy difíciles que supondrán u

Emigramos porque queremos tener una oportunidad de vivir sin miedo

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¿Por qué emigramos? Las respuestas automáticas son: inseguridad personal y jurídica, violencia, problemas económicos, brindar oportunidades a nuestros descendientes que no existen en el país, visión pesimista del futuro, más aún si nuestra edad avanza hacia el retiro, voluntario o no . Por Dr. Harry Czechowicz Las verdaderas respuestas tienen que ver con la necesidad de oxígeno, de respirar un aire que permita vivir y aspirar a otras realidades con libertad de escoger. Y así dejar atrás el miedo que se acumula con cada evento amenazante hasta quitarnos la libertad de pensar y actuar. Por eso nos vamos. Porque el temor ocupa de tal manera nuestra mente que nos paraliza más allá de lo imaginable. Se dice que el miedo paraliza o moviliza. El problema está en que las movilizaciones para salir del miedo se parecen a impulsos en búsqueda de alivio, pero no tienen el espacio ni el tiempo para analizar, programar, consultar y organizar un movimiento migratorio. Es la huida de una percepció

Desde otro planeta. IV, final

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Una crónica tangencial de mis primeros 6 meses como emigrante Rafel Osío Cabrices, agosto-noviembre de 2014. Venezuela ¿Cómo hablar de esto? ¿Cómo escribir de esto? No olvido. Me esfuerzo por no olvidar. Recuerdo. Recuerdo cuando Harrys Salswach me advirtió que también podía pasar que ellos ganaran. Cuando Ricardo Sucre me dijo que esa Venezuela amable en la que nos criamos no volverá. Cuando Harry Czechowicz me explicó que reemplazaron la República de Venezuela por otro país, la República Bolivariana de Venezuela, con nosotros dentro. Mientras recuerdo, me hago preguntas. Entre ellas, ¿agradeceremos alguna vez al chavismo el habernos dado el pretexto para decidirnos a emigrar? ¿Lo hubiéramos hecho sin Chávez? “Canadiense de origen venezolano”. Es el epíteto políticamente correcto que adquiriré para mí, junto con mi esposa y mi hija, si nos establecemos aquí. Entre tanto, ¿hasta qué punto podremos romper con Venezuela? ¿Hasta qué punto querremos hacerlo? No romperemos con person

Desde otro planeta. III

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Una crónica tangencial de mis primeros 6 meses como emigrante Rafel Osío Cabrices, agosto-noviembre de 2014. Los mitos y los sueños He hablado de Venezuela como Alderaan: el pacífico planeta donde creció la Princesa Leia y que al principio de Star Wars: A New Hope ella ve estallar desde una ventana a la que la conduce, con elegante crueldad, su padre, Darth Vader. He pensado en la compra hostil de medios de comunicación en Venezuela como una parodia de The Invasion of Body Snatchers , una vieja película en la que los invasores extraterrestres ocupan los cuerpos de los terrícolas y los despojan de toda capacidad de pensar y de sentir. He recordado a mis amigos escritores y artistas a diario, imaginándolos sobrevivir en ese paisaje de barbarie desatada como islas vivas de civilización, que resguardan en sus memorias el patrimonio cultural para cuando pueda reverdecer, como en Fahrenheit 451 .   Insisto en usar imágenes de la ciencia ficción para explicar y explicarme lo que l

Desde otro planeta. II

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Una crónica tangencial de mis primeros 6 meses como emigrante Rafel Osío Cabrices, agosto-noviembre de 2014 El equipaje demasiado ligero, el equipaje demasiado pesado. “Al venirse aquí, uno sabe que tiene que retroceder antes de poder avanzar”, dice Gustavo Monsalvo, mi amigo barranquillero del curso de francés. “Los primeros años son duros, sobre todo los primeros meses”, me dicen los amigos venezolanos en Montreal, Toronto y Vancouver.  Supongo que la mayoría de los inmigrantes, sobre todo los refugiados políticos, arriban a Canadá “con una mano adelante y otra atrás”, como dice el viejo cliché de los relatos de la emigración a Venezuela. Nosotros llegamos con poco más de lo que el país nos exigía tener en una cuenta para permitirnos la entrada como trabajadores calificados, y cuatro maletas; un conjunto de circunstancias nos obligó a dejar en Caracas casi todo lo que tenemos y a comprar aquí lo indispensable, lo que con una bebé significa una lista de cierta extensión. L

Desde otro planeta. I

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Una crónica tangencial de mis primeros 6 meses como emigrante Por Rafel Osío Cabrices,   agosto-noviembre de 2014 Me fui. Soy parte de esa categoría, la de los que se fueron. Tardé en decirlo públicamente. Es decir, en escribir sobre eso. Vine a hacerlo en inglés, en una crónica que ha tenido un eco sorprendente para mí, puesto que la revista electrónica Zócalo Public Square, de Los Angeles, que la compró, sirvió a su vez de puente para otros medios; The Washington Post, The Huffington Post y The Business Insider están entre las que también la publicaron, y varios amigos me comentaron que les llegó además por distintos canales, como el correo electrónico o Facebook. Esa nota ha hecho pensar a algunos lectores que la mía es una historia más dramática de lo que a mí me parece, y me ha llevado a aclarar, ante interlocutores canadienses o estadounidenses, que yo no soy una víctima sino un tipo muy afortunado, alguien que se fue de Venezuela sin que le hubieran puesto una pistola e

Adolescentes latinos en Estados Unidos

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Los jóvenes latinos tienen estrés asociados a sus familias y al ajuste que tienen que hacer ellos mismos para adaptarse a la cultura estadounidense, además del estrés normal asociado a su desarrollo social, emocional y físico de la adolescencia. Este tipo de estrés afecta tanto a los adolescentes que son inmigrantes recientes como a los adolescentes que nacieron en los Estados Unidos de padres inmigrantes. Foto: Mass Public Health Blog Un estudio reciente patrocinado por los CDC (Centros de Control y Prevención de Enefermedades) y realizado por la University of North Carolina en Chapel Hill indicó que los adolescentes latinos que estaban más comprometidos con su cultura de origen reportaron niveles más altos de autoestima, menos problemas sociales y menos sentimientos de desesperanza, agresión y abuso de drogas y alcohol. Factores estresantes de la aculturación, como la discriminación racial, se asociaron a la práctica de conductas riesgosas como la violencia juvenil o el abuso