Elogio de la esperanza

Soy un esperanzado a rabiar y un convencido de que después de la tormenta viene la calma; de que existe el mal para que refulja el bien; soy un apostador por la tierra que me vio nacer aunque yo no viviré tanto como para ver al lucero de la mañana y los arreboles que prenuncien la llegada de nuevos y mejores tiempos...
Por Rafael Muci-Mendoza 


 
A Fabi, el primer amor de abuelo de su Abu… Perdóname, luego te he sido cinco veces infiel, tengo cinco amores más, como tú, dones maravillosos de Dios…

¿Sabes? El corazón de los abuelos es muy grande y siempre hay sobrancero espacio para albergar el amor a dar a todos sus nietos… Mucho me preocupa tu preocupación por tu Abi y por mí, tus reiterados llamados a cuidarme que rayan en la súplica, tus deliciosos regaños y tu exasperación cuando me río de tus prevenciones, ¡no puedo evitarlo! Tengo que seguir adelante, el camino todavía no se acaba, se acaba cuando se acaba y el fin del mismo debe sorprenderme sembrando, cosechando, haciendo y realizando por nuestro amado país…

¿Sabes Fabi? Soy un esperanzado a rabiar y un convencido de que después de la tormenta viene la calma; de que existe el mal para que refulja el bien; soy un apostador por la tierra que me vio nacer aunque yo no viviré tanto como para ver al lucero de la mañana y los arreboles que prenuncien la llegada de nuevos y mejores tiempos, donde reverdezcan los prados, los hilos de agua se hagan nuevamente arroyos rumorosos y la concordia conduzca a la recuperación del buen talante del venezolano, ese que siempre hemos sido, amistoso, cordial, preocupado por los demás, solidario, compasivo, dispuesto a darle la mano amistosa al extraño que busca una tierra de promisión, aunque no siempre seamos correspondidos por igual en otras latitudes…

Esto que nos ocurre es un trago amargo, una lección que mucho quiere decirnos, y más vale que pongamos cuidado, hagamos caso y aprendamos de nuestros errores y del mensaje encriptado que la situación envuelve, que tomemos con firmeza de manos el áspero asunto que nos concierne… Nadie puede vivir por nosotros la vida y la realidad que en suerte nos ha tocado.

Huir dejando tarea sin completar es en mi caso una mala opción; huir dejando nuestro pueblo engañado por el lenguaje melifluo conque la maldad tantas veces lo ha arropado, no es una alternativa; todavía hay pacientes anhelantes en nuestros arruinados hospitales para quienes la palabra sigue siendo un bálsamo tranquilo y la esperanza un recurso, y también hay estudiantes esperanzados a quienes hay mucho que decirles y creo que todavía puedo y debo hacerlo… La esperanza abriga… ¡y cómo!

“Venezuela un país de despedidas, donde los padres prefieren a sus hijos lejos, y los abuelos nos quedamos sin nietos¨

Y es que el mito griego de la esperanza es uno lleno de sinsabores y ánimo, de ilusión y promesa, de confianza y aliento… Te gustará la historia: resulta que Prometeo, el titán amigo de los mortales, osó robar el fuego sagrado que portaba el dios Sol en su carro alado para entregarlo a los humanos, infelices que no lo conocían, y así, cambiar sus destinos para bien. Zeus, un dictador de malas pulgas como son todos ellos, entró en cólera y ordenó a diversos dioses crear la primera mujer, una capaz de seducir a cualquier hombre. Hefesto la moldeó en arcilla y le proporcionó formas perfectas e insinuantes. La gran Palas Atenea la vistió elegante y Hermes le concedió la astucia para seducir; finalmente Zeus le insufló vida; y así, surgió la hermosa Pandora que fue enviada a casa del benefactor de los hombres, Prometeo que, siendo advertido de alguna estratagema vengativa de Zeus, la rechazó; no obstante, su hermano Epimeteo se enamoró perdidamente de sus encantos, la aceptó y casó con ella…

Como regalo de bodas, traía Pandora en su equipaje una enigmática caja; la “caja” era en realidad un Pithos (tinaja ovalada) y venía con la instrucción de no abrirlo bajo ninguna circunstancia pues contenía todos los males capaces de contaminar de desgracias el mundo, pero también portaba todos los bienes.

Para entonces el ser humano no conocía de infortunios, de enfermedades, locuras, vicios o pobreza, aunque tampoco de nobles sentimientos. Un aciago día, Pandora, víctima de la curiosidad, abrió la caja y todos los males escaparon al mundo, asaltando a su antojo a los desdichados mortales.

Cuentan que los bienes subieron al mismo Olimpo y allí se quedaron junto a los dioses. Una vez que lo hizo, asustada, comprendió el grave error cometido y de un golpazo cerró el recipiente. Sin embargo era demasiado tarde, pues todos los males ya habían sido liberados; no obstante, quedaba
dentro solo un bien acurrucado en el fondo: Elpis, el espíritu de la esperanza; esa Esperanza, tan necesaria para afrontar y soportar con ánimo los males que acosan a los hombres. 

Se apresuró Pandora entonces en ir a consolar a los humanos, aconsejándoles que siempre podrían acudir a ella donde se encontrarían a buen recaudo…

¿Ves niña mía porqué a pesar de todo soy afortunado en mantener la esperanza…?, ¿Ves por qué debes tú también mantener la llama de la esperanza en que todo estará bien con ustedes y con nosotros…?, Y así desde hoy, deberá ser norma de tu vida, no dejarte intimidar cuando te vaya mal y saber que con paciencia, esfuerzo y voluntad superarás cualquier obstáculo, pues la desesperanza es muy mala consejera, es la nada, tierra árida donde nos encontramos inermes y entregados ante la adversidad sin haber presentado lucha…

Pero también quiero que leas, medites y recuerdes este lindo y realista cuento que no me pertenece, es de autor desconocido y que además, hermosamente se entronca con la esperanza…

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de su corte: Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores brillantes posibles.

Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos y a los herederos de mis herederos para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo. Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podían haber escrito grandes tratados, pero sólo debían proporcionarle un mensaje de no más de dos o tres palabras que pudieran socorrerlo en momentos de descorazonamiento total… Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada que se acomodara al pedimento de su rey…

El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto, y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera un miembro más de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y este le explicó: No  soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio me he encontrado con todo tipo de gente, y, en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre, y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de
agradecimiento, me dio este mensaje -el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. No lo leas -le dijo-, mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a una situación. Ese momento no tardó en llegar.

El país fue invadido y el rey perdió su reino. Estaba huyendo en un caballo para salvar su vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. No podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el galopar de los caballos. No podía seguir hacia adelante, y no había ningún otro camino.

De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y descubrió en él un pequeño mensaje, tremendamente valioso, que rezaba: ¨¡esto también pasará!¨. Mientras leía, ¨¡esto también pasará!¨, sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que lo perseguían debían haberse perdido
en el bosque o debían haber errado el camino, pero lo cierto fue que, poco a poco, dejó de escuchar el trote de los caballos. El rey se sentía profundamente agradecido a su sirviente y al desconocido místico. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. El día que entraba de nuevo victorioso en la capital, hubo una gran celebración con música, bailes, felicidad a montones…, y él, se sentía orgulloso de sí mismo. El anciano estaba a su lado en el carruaje y le recomendó: Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje…

-¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

-Escucha -respondió el anciano-, este mensaje no es solo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientas victorioso. No es sólo para cuando eres el último; es también para cuando eres el primero.

El rey de nuevo abrió el anillo y leyó el mensaje: ¨¡esto también pasará!¨, y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, porque su orgullo, su ego, habían desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.

Entonces el anciano agregó: Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza, porque son la naturaleza misma de las cosas. Es ahora en mi país que es el tuyo que con la esperanza de nuestro lado debemos decir, ¨¡esto también pasará…!"


¿Cómo no voy a tener esperanzas Fabi?, si allí quedó ella guardada en el fondo del pithos; allí quedó salvada para la ocasión del desalentado venezolano; y mira, que esta es una de ellas y única. La situación nuestra se pinta insoluble, sentimos que nos han arrancado de cuajo la patria, la democracia, todos los valores del espíritu, todo lo que tenía sentido para todos, se fueron nuestros hijos y nietos, somos abuelos huérfanos… Se nos ha querido inculcar la desesperanza aprendida esa que surge cuando una persona sufre varios fracasos continuos y va perdiendo la fe y la energía para luchar. ¿Cómo pues no sentirse derrotado y abatido…? ¡Pues no!, precisamente para contingencias como esta, la esperanza allí se encuentra.

Por seguro que un mañana resplandeciente y claro acunará nuestro espíritu porque siempre ha sido así, nunca la umbra de la noche ha vencido al claror del amanecer, y a una noche muy oscura siempre han seguido los trinos de los pájaros anunciando la presencia de Dios y el arribo del alba y sus promesas de un día mejor. El optimismo y la esperanza van de la mano, se acompañan el uno a la otra como la sombra al cuerpo, y yo soy un empedernido optimista.

Estos hombrecitos se irán arrastrados por el peso de su maldad y nos tocará a todos reconstruir el país con lo mucho que aún nos queda… Así que pierde cuidado, aquí estaré, yo quiero y debo ser parte de los reconstructores, la Libertad de Delacroix con sus pechos turgentes al aire, símbolo de la vida, enarbolando esta vez la bandera de siete estrellas y en cuartel azul de la mitad inferior de nuestro escudo, ese caballo blanco desbocado, con la cabeza vuelta hacia la derecha, simbolizará otra vez la libertad e indefectiblemente nos conducirá a la victoria…

Y para no hacer esta misiva más larga y para que comprendas el significado del Pithos de Pandora y su oculto mensaje, pon atención a este relato:
Las cuatro velas daban luz y brillaban a complacencia. Eran ellas: Paz, Amor, Fe y Esperanza. El ambiente era tan apacible que podía oírse el diálogo que las cuatro mantenían:

Dijo la primera vela: ¡Soy la Paz!, sin embargo, las personas no consiguen mantenerme. Creo que me voy a apagar… y así, disminuyendo rápidamente su fuego, se apagó por completo.

Anunció la segunda vela: ¡Soy la Fe!, lamentablemente no soy apreciada. Las personas me ignoran y no quieren saber de mí. ¿Qué sentido tiene permanecer encendida? Y dicho esto, una suave brisa pasó sobre ella y extinguió su luz…

Resuelta y triste, la tercera vela exclamó: ¡Yo soy el Amor!, no tengo fuerzas para seguir encendida. Las personas me dejan de lado y no comprenden la importancia de mi existir. Se olvidan hasta de quienes están muy cerca de ellos y el valor de mi compañía. Y sin titubeo, se apagó dejando tras sí una tenue voluta de humo.

De repente, entró un niño y viendo el espectáculo arrancó a llorar al ver con tristeza las tres velas apagadas…

-¿Qué es esto? -les reconvino-, ustedes deberían estar encendidas hasta el final de los tiempos…

Entonces la cuarta vela habló con dulzura: No tengas miedo niño, mientras yo tenga fuego podemos encender las tres velas restantes. Yo soy, ¡la Esperanza!

El niño, con los ojos brillantes tomó la vela de la Esperanza y encendió el trío restante…

Este escrito está también escrito para mis tres hijos y mis seis nietos, y por supuesto para los que crean en mi país y sus reservas…

Fuente: http://www.frentepatriotico.com/inicio/2015/03/29/elogio-de-la-esperanza/

Comentarios

  1. Estoy conmovida, conmocionada, tal vez algo triste, pero como a Pandora, lo único que me queda es la esperanza, por eso, llevo un registro de las cosas que contaré a mis nietos, porque crecerán con una realidad que nunca ha debido ser la de nuestro país y con mis cartas, pretendo ayudarlos en lo que será la memoria del pais...Con su permiso, su escrito formará parte de ese registro. Tanta dulzura y sabiduría hechas palabras, y es que en tiempos del abuelazgo suelen, no sólo aflorar, sino desbordarse. Qué suerte tienen sus hijos y nietos, pero más la tiene nuestro país, que seguirá contando con usted aquí, para cuando comencemos con la reconstrucción, como usted sueño con ella, y trabajo para ella, porque como el sabio sirviente y usted más sabio aun, sé que esto también pasará".Desde esta esquina, donde la esperanza alumbra, sueña y lucha, agradezco haber comenzado mi día leyendo su escrito y enviando un abrazo de huérfano abuelazgo.

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    2. Con todo respeto al Dr Rafael Muci-Mendoza, gracias por esta publicación, una de las causas de nuestros males la vemos reflejada aquí con esta publicación previa y repetida para de cierta manera disminuir el mensaje aquí publicado. Yo soy de esas madres, tias, hermanas, huerfanas, muy triste tuve que aceptar su decisión, no por cobardia, ni por delincuentes o perseguidos politicos se fueron del país. Salieron buscando nuevas oportunidades de trabajo, calidad de vida, seguridad y feliz existencia. No les ha sido fácil pero trabajan y van por las calles seguros que por ninguna esquina o atajo saldran malhechores a despojarles de sus pertinencias o aún peor, cegarles la vida. Nunca pensé que eso podría ocurrir pero la situación se ha vuelto tan dificil y que no creo que joven alguno no piense en irse del país. Cada uno de ellos ha tomado su decisión con la esperanza de un dia volver, ojalá así sea porque podría ser que no volvieran, han sido tan bien acogidos estos jóvenes nuestros que quizá no sea tan fácil para ellos desprenderse de esa nueva vida, pero también el país los requerirá en su debido momento, vendrán al país con la experiencia suficiente para aportar en su reconstrucción. Todos son venezolanos. Necesarios e importantes para Venezuela.

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  2. Ofelia llora por dentro, pronto partirá al Sur, con sus hijos y esposo, Ofelia no deja salir lágrimas los abuelos están atentos de su rostro a través del cristal del balcón, Ofelia corta las espinas de las rosas, quiere dejar el jardín libre de amenazas, pero no sabe que la amenaza más grande será su ausencia, con ella se van parte de las columnas del rancho, tardes de platica y café con la abuela, los niños de cachetes rosados que hoy ya son hombres, las tardes de cartas y botones en la mesa, los juegos de mascotas y de gatos peludos bajo la silla, las hojas de García Márquez comentado por ella en el diván... Ofelia no quiere mencionar su partida, porque de nada está segura si lo que menos quiere es irse, darnos el ultimo beso, el último abrazo y la última palabra... Ofelia en el fondo sabe que los abuelos caminan lerdo, que puede no volver a verlos salir a recibirla en el umbral de la casa, sabe que ya no son cuarenta sino ochenta años, que los ojos brillantes son el preámbulo de un adiós... pero aquí estamos, todos como estatuas de hierro, salvando el trigo de los pocos momentos que nos quedan y extrañándola horrores cuando ni siquiera Ofelia ha pronunciado un solo Adios

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    1. ¡Muchas gracias Dianayra por sus palabras tan sentidas!

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    2. Que texto tan conmovedor y real. La esperanza es lo que nos sustenta ante tanta tristeza y desaliento que vemos a nuestro alrededor, gracias por compartir este relato. No soy abuela todavía pero me sentí muy identificada porque tuve una abuela que me hizo querer mucho a mi pais y mis padres como abuelos fueron muy especiales con mi hija y sus otros nietos y todos apasionados por preservar nuestras historias y las costumbres venezolanas.

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  3. Como he disfrutado de este escrito Dr Muci.ya lo reenvie a mis hijos, uno esta fuera, pero se que que esto será muy reconfortante para ellos.
    Que Dios le mantenga esa lucidez y sabiduria por mucho tiempo mas

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    2. ¡Muchas graciasLilaji en nombre del Dr. Muci-Mendoza!!

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  4. Excelentes palabras! Mi papa (padrastro) el Dr. IBRAHIM TOVAR De Maracay se habría emocionado al leerlas. Gracias x ese papelito "con esto pasara" que necesitamos tanto los venezolanos que aun quedamos. GRACIAS. Por supuesto mi aprecio siempre.

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    2. Gracias por compartir doctora Sollymhar.

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  6. Magistral, me siento parafraseado, me emociona, me hace llorar, no se que decir....tengo un abuelo que a lo mejor no ha escrito cosas asi con su pluma, sin embargo de un corazón enorme (que estoy seguro que usted tambien tiene uno) con el cual ha escrito muchas paginas de vida propias y ha ayudado a escribir ajenas, se lo voy a leer...GRacias "abuelo" Rafael, gracias por estas adecuadadas palabras, las tomo como mias....gracias sobre todo por mis hijas y mi pais, Venezuela!!!!

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    2. Señor Christian, ¡muchas gracias en nombre del Dr. Muci-Mendoza!!

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  7. Gracias por compartir este bellísimo y esperanzador relato, yo también como usted Dr. Rafael Muci Mendoza y muchísimos venezolanos estoy convencida de que la “Esperanza” nos devolverá la paz, el amor y la fe entre nuestros hermanos para y por nuestra adorada patria Venezuela y repito mil veces como el viejo y sabio sirviente… ¨¡esto también pasará!¨ creo en mi país y en mis hermanos y estoy segura que veremos Dios mediante el renacer de la amada “Tierra de Gracia”

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    1. LA INTELIGENCIA QUE NO MIGRE ALGUNA VEZ EN SU VIDA, LA QUE NO SE MUEVA DE SU TIERRA, PARA DESARROLLAR LA CURIOSIDAD Y ESCUCHAR LAS RESPUESTAS A LAS MILES DE INTERROGANTES QUE TIENE QUE NO OSE LLAMARSE INTELIGENCIA...AHORA LA INTELIGENCIA QUE MIGRA POR MEJORES CONDICIONES DE VIDA EN FUNCIÓN DE LOS ESTATUS QUE BAJO SUS CONCEPTOS SON LOS IDEALES, SON LOS QUE LE PRODUCEN FELICIDAD, ES ENTENDIDO...LA PREOCUPACIÓN POR LOS QUE MIGRAN ME PARECE HIPOCRECIA, JAJAJAJAJA Y BIEN GRACIOSA HIPOCRECIA, TANTA COMO LA BARBA PEINADA DE ESTE SR. JAJAJAJAJA

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    2. No entiendo sus palabras necias, nadie entiende a un migrante como el familiar que se queda y extraña... Así que su manera de llamarlo hipocreSía me aturde... Nadie emigra porque quiere eso se lo puedo asegurar, solo esta buscando mejoras que tristemente nuestra tierra en estos momentos no le puede brindar

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    3. Lesbia no gastes pólvora en zamuros. Un ignorante que no sabe ni escribir, plagado de faltas de ortografía, es un analfabeta funcional que no puede entender el verdadero significado de lo que quiso decir el Dr.

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    4. ¡Muchas gracias María Teresa por sus palabras! Las haremos llegar al Dr Muci. Saludos!

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    5. Estimad@ Annys Romero: puesto que su respuesta ha sido repetida por usted varias veces, solo dejaré eésta que a su vez ha generado comentarios. Las anteriores serán borradas. Gracias por su interés en participar.

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    6. Que calficativo usar con ud?... Será... Solo annys y con minúscula... Ya que minúscula es su acción negativa con su comentario... Minúscula su interpretacion al no ver más allá de las palabras y sentir el verdadero significado de lo que lee... Y aun mas minúscula su cultura general, por no tener la más remota idea de quien es este gran hombre de estilo singular... Se nota que no ha leído mucha prensa. De esa prensa, de la que realmente vale la pena leer. He decidido escribirle, porque una cosa es estar en desacuerdo con la opinión de algo o de alguien y otra la falta de respeto. Y a algunos nos enseñaron a respetar a los maestros y para muchos el Doctor es UN MAESTRO. Tan tan tan maestro que dejó su comentario para enseñarle. Aprovechalo!

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    7. Annys dale la vuelta al mundo con tu inteligencia migratoria hasta que aprendas a escribir hipocresía. Respeto mucho al Dr. Muci Mendoza y estoy seguro que su preocupación por los que emigran es auténtica y no motivo de risa. Comparto que no está mal emigrar, conocer mundo, llevar el talento y productos venezolanos alrededor del mundo ¿sino cómo haremos para exportar nuestros productos y dejar de depender del petróleo? Pero, también, está bien quedarse y querer ir más allá de lo que tu llamas "felicidad". Para algunos como yo o como el Dr. Muci-Mendoza la felicidad no significa caminar por Madrid a media noche sin que roben y conseguir un supermercado lleno de productos. La felicidad está en enfrentar retos y resolver los problemas que tenemos. Es decir, "Huir dejando tarea sin completar es en mi caso una mala opción". No por miedo al 01, sino miedo a no conseguir la Felicidad en un mundo ideal construido por otros y dejando atrás el país que Dios nos asignó para construir.

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  8. PAZ PARA NUESTROS CORAZONES ARRAIGADOS EN UNA VENEZUELA MEJOR EL DÍA DE MAÑANA .... YO LES INVITO A CAMBIAR ALGUNAS PALABRAS POR ... LA FE EN DIOS POR UNA VENEZUELA MEJOR!!!! INTELIGENCIA QUE VIENE DE LO ALTO Y SABIDURÍA QUE SOBREABUNDA EN QUIEN DECIDE DEJAR SUS PREOCUPACIONES EN LAS MANOS DE EL!!!! NUESTRO SEÑOR Y REDENTOR Y PARA SIEMPRE ACOMPAÑADOR!!!!

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  9. Es lo mas hermoso que he leído últimamente. La esperanza es lo ultimo que se pierde. ¡Dios lo bendiga!

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    1. Señora Rosita, mil gracias por compartir en nombre del señor Muci-Mendoza.

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  10. Que bueno para nuestra reflexión en estos momentos de tanta incertidumbre que lo ocurrido a nuestros hermanos no sea olvidado y que nos ayude a entender que un país no puede olvidar su desgracia y en la reconstrucción tengamos presente todos nuestros errores

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  12. Dr. Rafael Muci-Mendoza. Mi agradecimiento por hacer de sus palabras el destino sereno, prudente y vigoroso que mendiga Venezuela.
    Hoy, llegaran incontables lectores enajenados o inmodestos, pero también acudirán al festín de sus frases los agotados y, a la vez, dispuestos para deshojar letra a letra los encargos enmendados bajo su tinta, en favor de los valsamos impunes de la historia y el sagaz frenesí que atañe a la esperanza.

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  13. Gracias por hacer recordar la fábula de Esto tambnién pasará!!!

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    1. ¡Muchas gracias por su interés en nombre del dr Muci-Mendoza!

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  14. Dr. Muci-Mendoza linda escritura. Tiempo sin verle pero fiel admiradora de su legado. Su paciente desde Anzoátegui. Un abrazo.

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  15. Hermoso mensaje cuyo efecto sanador,luchador y esperanzador tanto necesitamos.
    Para leerlo diariamente. " Esto también pasará " Muy agradecida Dr. Muci

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  16. Dr. Muci hermosas palabras que hace que los jóvenes como yo recapacitemos y centremos la atención en la tierra que nos parió, la que merece ser luchada a pesar de la oscuridad que estamos atravesando, muchas veces queremos conocer esa tranquilidad y creemos que otro lugar nos la puede ofrecer pero ¿porque no luchar por esta hermosa tierra? Vivimos atemorizados y aterrados por las cosas que vivimos a diario y a veces creemos que no va a existir un amanecer pero es ahí donde se abre el mensaje del anillo y se dice: "esto también va a pasar". Personalmente siempre lo he admirado, soy su paciente desde que tengo cinco años, y me tomo el atrevimiento de decirle que este mensaje me dio La Paz, la tranquilidad y la esperanza que me da usted en sus consultas, siempre lo he considerado el mejor médico del país, en ese rol lo conozco personalmente, pero nunca me ha quedado la menor duda que es un excelente padre, abuelo, maestro, no solo de sus alumnos universitarios, sino un maestro de vida. Mi familia pero particularmente yo le estamos y le estaremos eternamente agradecidos por su pasión por su entrega por ser un excelente ser humano más allá de un excelente profesional, gracias por esas palabras que aunque son para su nieto cada uno de los venezolanos lo sentimos y nos identificamos, por mi parte prometo luchar y trabajar día tras día para que era tierra que nos parió tenga el amanecer que tanto merece y merecemos, un gran abrazo Dr. su pequeña niña desde San Cristóbal Loidalis Zambrano

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  17. Gracias Dr. Muci, por tan hermoso mensaje de esperanza, paz y tranquilidad. Me siento identificada con ellas soy abuela huérfana. Dios lo Bendiga

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  18. Que orgullo se siente tener venezolanos como el Dr. Muci. Sus palabras son un bálsamo para el alma. Tiene arte en su verbo! Tiene esa pasión para dibujar con letras un arco iris de esperanzas. Muestra lo que es la dignidad, los principios que no se negocian y por los que debemos luchar.Cuantos venezolanos como este hacen falta en esta patria para que seamos una naciòn! Entendido como un conjunto de ciudadanos hermanados e identificados en un territorio luchando por el bien común. Que esos principios y valores sean la herencia la juventud que lucha por la libertad de nuestro país.


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  19. Maestro, me alegro de leerle ya que desde hace rato no he podido escucharle. Igual me deleitó tanto de su inteligencia, cultura, como del poder expresarlo de esta forma. Es Usted con Freud de esos que nunca cansan. Reciba un respetuoso saludo.

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  20. Un texto para tener presente siempre y pasando de generación en generación

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  21. Que la espeanza siempre brille porque sin ella la vida pierde su sentido, pero con ella ganamos todos fe, amor y paz. Gracias por recordarnos esta enseñanza que le sirve a cualquier situación donde a lo oscuro siempre se le filtra una luz.

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  22. Dr Muci, gracias por sus palabras, estoy seguro que nuestro país surgirá de sus cenizas gracias a tantos hijos y nietos de Venezuela desperdigados por el mundo, y otros tantos que se han quedado. No creo en ese debate estéril entre quedarse o irse del país porque cualquiera de las dos alternativas es tan válida y dolorosa, y merece ser respetada. Personalmente decidí emigrar para ofrecer un mejor futuro a mis hijos, y después de haber servido a mi país por casi 20 años como profesional de la medicina. Quiera Dios que la esperanza nos contagie a todos.

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  24. Bello! Gracias por recordarnos que esto también pasará. De verdad espero ver que pase.....

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  25. Gracias, SEÑOR Muci-Mendoza, no sólo por la esperanza que nos transmite con sus bellísimas palabras sino por la lección de abuelo que me ha dado, Voy a ser abuela por primera vez y creo que esta es la primera enseñanza que recibo como tal. Decirle lo que aprendí con su carta a su primer nieto seria muy largo, me basta con decirle Gracias, SEÑOR Muci-Mendoza, y dicho con un término que usábamos mucho en Los Andes, de donde soy: Que Dios se lo pague...!

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  26. Hola, Dr Muci, no soy un conocedor de muchas letras y de excelente gramática, pero no es muy difícil entender palabras tan llenas de vida, casualmente leí y no pude dejar de decir gracias.

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  27. Dios mío 😲 que belleza gracias gracias y miles gracias

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  28. Extraordinario! Muchas gracias por compartir este escrito tsn hermoso. Quiero que sepa que aún los que salimos, guardamos esa esperanza y seguimos luchando como podemos por ver a Venezuela de nuevo próspera y libre. En efecto..."esto también pasará" ha sido una lección muy cara, dura y larga...pero pasará y renaceremos como el Ave Fénix.
    Gracias Dr.Muci.

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  29. Magistral..! Mi padre, quien falleciera en 1998 y de vivir contaría hoy 96, siempre mencionaba su inmensa impresión por ese cuadro de De La Croix "LA libertad llevada por el pueblo" al que usted hace referencia. Nunca escuché en mis años a nadie hablar de ese cuadro y obviamente me emocionó mucho su referencia insertada en su impactante escrito. Dr. Mucilage Dios lo bendiga y conserve la esperanza de que veamos el sueño realizado por nuestros nietos..!!

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  30. Egrese del Vargas en 1970. Siempre lamenté que no me tocara estar con Ud en mi pasantia de Medicina porque sabia de su excelencia como.profesor.
    Pero hoy al fin me siento su humilde alumno con la esperanza renovada . Su mensaje me ha reforzado la serenidad y me llena de agradecimiento por esta inolvidable enseñanza.
    Gracias
    Carlos Igor Alcalá

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  31. Excelente. Desde la descripción del amor de abuelo, hasta los cuentos. Al finalizar el año pasado y ver como mis amigos y familia hacían sus listas de propósito de año nuevo, me declaré Optimista Patológica. Decidí dejar de escribir listas con propósitos que generalmente no se cumplen y me he dedicado a vivir un día a la vez, con un objetivo por lograr. Al final del día, reviso su cumplimiento, me felicito o me dedico a replantearlo, para el nuevo día. Ahora, luego de leer este singular y hermoso post, le agrego a mi declaración la esperanza: #OptimistaEsperanzadoraPatológica. ¡Gracias!!!

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  32. Infinitas gracias Dr. Muci, Maestro de todos. Dios lo bendiga.

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  33. Apreciado doctor mi mami no se cansa de repetirme que herramientas valiosas en la vida son la Fe y la esperanza, como muchos jóvenes medicos he salido de mi país dejando atrás lo mas valioso que un ser humano puede tener sus afectos y su nacionalidad. no es fácil como no es fácil para los que están en el país, pero hay algo que no tiene vuelta atrás y esa es la muerte. cuando se pierde un hijo se pierde parte de nuestra vida también..

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