Juramentación de Obama con acento hispano


“Cuando los tiempos cambian, nosotros también tenemos que hacerlo”, declaró el presidente Barack Obama en su discurso de investidura, en el que tres hispanos —dos con raíces profundas en Miami— ocuparon papeles protagónicos en este episodio de la historia nacional.


DANIEL SHOER ROTH
DSHOER@ELNUEVOHERALD.COM



Los hispanos del sur de la Florida celebraron con regocijo su identidad al ver al poeta cubanoamericano Richard Blanco declamar un inédito poema compuesto para la ocasión; al pastor cubano Luis León consagrar a Obama en español predicando “Señor presidente, vicepresidente, Dios os bendiga todos sus días”; a la jueza del Tribunal Supermo de origen puertorriqueño, Sonia Sotomayor, tomar el juramento al vicepresidente Joe Biden, una responsabilidad que nunca había recaído en un magistrado latino.
El cambio es la diversidad étnica y pluralidad ideológica del tejido social norteamericano reflejado en la ceremonia de juramentación del lunes en el “National Mall”.
“Las palabras que he dicho hoy no son tan diferentes al juramento que hacen los soldados cada vez que se enlistan, ni del que hacen los inmigrantes cuando realizan sus sueños”, expresó Obama tras prestar juramento para un nuevo mandato de cuatro años sobre dos ejemplares de la Biblia, uno empleado hace 150 años por Abraham Lincoln y otro que perteneció a Martin Luther King.
“Mi juramento no es tan diferente a la promesa que todos hacemos a la bandera que ondea al viento y que llena de orgullo nuestros corazones”, agregó.
La acentuada presencia de figuras latinas refleja el creciente peso político que tienen los 52 millones de hispanos, que salieron a votar en las elecciones de noviembre masivamente y dieron un rotundo apoyo del 71 por ciento al primer presidente afroamericano —y mestizo— de la nación.
“Obama es uno de nosotros, es un mestizo, y su historia es la historia de la comunidad latina. Por eso nos sentimos identificados con él”, declaró Henry Muñoz, un filántropo y líder empresarial que coordinó “Latino Inaugural 2013”, un festejo en Washington que el domingo reunió a una constelación de estrellas hispanas como José Feliciano, Rita Moreno y Marc Anthony.
En la ceremonia del lunes, cargada de simbolismo por el 150 aniversario de la Proclamación de la Emancipación firmada por Lincoln, Obama se perfiló como adalid de la paz y justicia social, al prometer reducir las diferencias entre los grupos y promover la unidad, como “fuente de esperanza para los pobres, los enfermos, los marginados, las víctimas del prejuicio, no solo por pura caridad, sino porque la paz en nuestro tiempo requiere el fomento constante de aquellos principios descritos por nuestra fe común: tolerancia y oportunidad, dignidad humana y justicia”.
El mensaje del discurso inaugural caló hondo en la comunidad hispana del Gran Miami, donde los cubanos protagonizaron una de las mayores historias de éxito entre los inmigrantes de Estados Unidos y cambiaron el perfil étnico y cultural del sur de la Florida.
La presencia cubana se destacó en la investidura presidencial en sus dos vertientes: la generación de exiliados con valores más conservadores que salió de Cuba en los albores de la era comunista, y la generación de cubanoamericanos más abiertos producto de la ola masiva de cubanos que emigraron de la isla en busca de libertad y dignidad.
El reverendo León, quien en 1961 salió de Cuba sin sus padres mediante la Operación Pedro Pan, bendijo al presidente reelecto en español sobre las escalinatas del Capitolio y citó a King, el histórico líder de los derechos civiles, cuya fiesta nacional se celebró el lunes, como referente por su sentido de comunidad y amor al prójimo.
“Con la bendición del Señor, veremos que hemos sido creados a su imagen, no importa si somos morenos, negros, blancos, hombres o mujeres, inmigrantes, estadounidenses de primera generación o hijos de la revolución estadounidense, gays o heterosexuales, ricos o pobres”, predicó en inglés el pastor de 63 años.
Por su parte, Blanco, quien se autodefine como “fabricado en Cuba, ensamblado en España e importado a Estados Unidos”, elegido por Obama para celebrar “la fortaleza y diversidad de nuestro gran país”, se convirtió en el quinto y más joven poeta en participar en una ceremonia de jura de cargo, y en el primer hispano y hombre gay.
En el poema titulado Un hoy hace llamado a la unidad y esperanza, y a su vez evoca los cañaverales de la vieja provincia de las Villas.
“Un suelo. Nuestro suelo, arraigándonos a cada tallo de maíz, cada cabeza de trigo sembrada por sudor y manos, manos recogiendo carbón o figando molinos en desiertos y cimas de colinas que nos mantienen cálidos, manos cavando zanjas, encauzando pipas y cables, manos gastadas como las mi padre cortando caña de azúcar para que mi hermano y yo pudiéramos tener libros y zapatos”, recitó en inglés el cubanoamericano de 44 años, tras dar los “buenos días” en español.
“Un cielo: desde que los Apalaches y Sierras reclamaron su majestad, y el Missisipi y Colorado forjaron su camino hacia el mar. Da gracias al trabajo de nuestras manos: tejiendo el acero en los puentes, terminando un reporte más para el jefe a tiempo, cosiendo otra herida o uniforme, la primera pincelada en un retrato, o el último piso de la Torre de la Libertad”.

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