La Navidad cuando estamos lejos de nuestra familia y nuestro país

Navidad lejos de casa. Texto tomado del blog de la psicóloga venezolana, residente en España, Rosario Vásquez


Quisiera agradecer la invitación que la Asociación de Colombianos en Baleares me hizo para conversar un rato en Radio Fiesta FM sonbre la Navidad cuando estamos lejos de nuestra familia y nuestro país.

La idea era tocar temas como los sentimientos que tenemos al estar solos (o con la familia en su versión más reducida) en una fiesta que, los que provenimos de Latinoamérica, celebramos de puertas abiertas, nos “invade” en las calles y nos pone en contacto con toda la familia en el sentido más extendido del término.

Preparé un poco lo que iba a decir, para que al momento de la llamada pues pudiera aprovechar al máximo esos minutos, que en la radio son tan valiosos. Douglas, el presentador del programa y venezolano como yo, empezó por preguntarme qué era lo que más extrañaba de la Navidad en Venezuela… y claro, eso no lo tenía preparado… Después de recordar el pan de jamón, las hallacas y especialmente lo importante que sería para mi que mi mamá y mi hermano compartieran con mi hija su primera Navidad, entramos en “materia”.

La conversación fue agradable, y me permito compartir con ustedes un poco de lo que pienso que puede ser significativo para los que somos de fuera en estos días y algunas imagenes que encontré en inernet de esas que te llenan de Navidad en una ciudad tan bipolar como Caracas.

Estar lejos de nuestra tierra nos aleja del lugar en el que compartimos lo que consideramos “normal” en esta época. La Navidad se vive en grupos más reducidos y nos vemos presionados a entender cómo se celebra en el sitio que nos acoge. Nos preguntamos, como con tantas otras cosas, ¿en el trabajo qué se hace?, ¿en el cole los niños qué harán?, ¿nos vemos como demasiado religiosos por cantar aguinaldos al Niño? Y  nos preguntamos a su vez, y nosotros ¿qué haremos en Navidad?

Es una de las tantas situaciones en las que hay que re-inventarse.

 ¿Cómo nos sentimos cuando estamos lejos, y muchas veces sin nadie de la familia, con quien celebrar?
  • Soledad
  • Tristeza
  • Desinterés por las fiestas
  • Importancia excesiva al consumo como manera de expresar (envío de dinero, compra de muchas cosas innecesarias)
  •  Fiestas en exceso y quizás un poco vacías de sentimiento familiar

A veces es cuestión de detenerse un poco y pensar ¿porqué estoy haciendo todo esto?…¿qué es lo que me falta?

¿Cómo protegernos de todo eso?

    Preparándonos, si siempre has compartido en Navidad, que no nos llegue el 24 sin saber qué hacer esa noche. Prepararnos es de algún modo ilusionarnos, es buscar compañía de los que ahora forman parte de nuestras vidas. Es organizar nuestra “nueva Navidad”
    Haciendo algunas cosas tradicionales que, aun en la distancia podemos tener (nuestras comidas, nuestra música),
    Manteniendo el vínculo con las familias haciendo explícito ese sentimiento: decir cómo nos sentimos es valiente y nos hace sentir mejor  y es la mejor manera de compartir más profundamente con quienes están lejos y fortalacer los vínculos con quienes están cerca. No es momento para aislarse.
Una de las cosas que más extraño estando lejos es el ruido que hacen los niños en la calle. Cuando caminas por una calle de Caracas, a eso de las 12:30 del mediodía, los niños saliendo de la escuela, riendo, gritando, corriendo, haciendose bromas… hay un sonido y un olor que le da vida a cualquier calle.
Creo que es importante hacer sentir a los niños parte de esa alegría, estimularlos a compartir con la familia de origen y con nuestros amigos de aqui. Pienso que es una gran oportunidad para compartir con nuestros nuevos amigos parte de nuestras tradiciones, nuestra “forma” de hacer las cosas y de participar de las celebraciones que nos ofrece el entorno en el que ahora estamos. Con el tiempo descubriremos una mezcla bonita y multicultural que nos dirá que nos hemos integrado sin perder identidad.

Para quienes puedan viajar por estas fechas a ver a sus hijos aprovechen todo lo que puedan por reforzar lazos de unión, más que darle importancia a los regalos materiales. Que esos regalos no se vuelvan una forma de compensar nuestra ausencia.

Si hay adolescentes en casa es importante interesarse por cómo se sienten, mostrarles nuestras costumbres invitándolos a participar de ellas, contarles un poco de nuestras Navidades e interesarnos por lo que hacen aquí los adolescentes como ellos: descubriremos más semejanzas que diferencias y veremos que la mayoría vive la navidad en familia

Es posible que tengan muchos amigos de varias nacionalidades, invitemos a que conozcan cómo celebran la Navidad en esos otros países, sin despreciar ninguna costumbre. Si quieren mostrar algo de nuestra navidad buscar algo con lo que puedan darla a conocer como nuestra música Navideña (que es tan animada), dulces… y si no se muestran del todo interesados es importante respetar su proceso de integración, que pasará por varias fases, una de ellas será conocer y participar de las nuevas costumbres.

Son sólo ideas, que quería compartir por esta vía… Saludos navideños para todos!

Fuente: http://psicomigracion.wordpress.com/2009/12/17/la-navidad-lejos-de-casa/

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