Me voy quedándome

por Oscar Hernández Bernalette Tuve cita con un médico en días pasados. Hombre preparado y culto. Todo esta bien contigo, me confirmó. Por lo demás, me confesó, tengo guayabo, visité a mi hija en España y la verdad es que nos hace falta. Este tema de nuestros hijos emigrando es duro, me afirmó. Me contó que había pensado irse también. Tiene licencia para ejercer la medicina en España. Esa historia de una sola hija y separada de nosotros es demasiado duro, me afirmaba. Lo comprendí. La consulta había terminado y comenzaba una amena conversación sobre el fenómeno migratorio. Rodrigo me confirmó que él no se iba. Ya sus padres habían emigrado a Venezuela. No se sentía en capacidad de repetir la experiencia. Además, a su edad, era como una prueba difícil y riesgosa aunque económicamente pudiese igual estar resuelto. Estuve de acuerdo con él y, más o menos en los siguientes términos, abordé el tema: mucha gente emigra sin evaluar debidamente las consecuencia...