El yo y las circunstancias
Reflexionar acerca de las nuevas circunstancias que deberá afrontar el migrante es fundamental para el éxito en el proceso de adaptación al nuevo país
Por Harry Czechowicz
A propósito de la famosa cita de Ortega y Gasset Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo, dice la psicóloga Nieves Martínez Hidalgo:
“Nuestro Yo se va formando en su encuentro con el mundo. Y el mundo no es una realidad independiente. El mundo es lo que yo advierto y todo aquello de que me ocupo. El ser "es" en relación con la vida. Existimos gracias a la existencia de los demás. Nos encontramos en la vida con el mundo, con nuestro mundo. No es cierto que primero nos encontremos a nosotros y después al mundo, nos encontramos a nosotros sólo en la medida en que nos vemos instalados en el mundo, en cuanto que nos ocupamos con las cosas, con las personas, con nuestra circunstancia. Es por esto, que si no salvamos la circunstancia, no salvamos nuestro yo. Es importante hacerse cargo de uno mismo y, partiendo de la aceptación de tu cuerpo, de tu ser, de tu entorno, enfocar tu proyecto de vida, tu deseo de ser auténtico y de mostrarte ante los demás como realmente quieres hacerlo”.
Esta cita se aplica al emigrante y sus nuevas circunstancias, con la complejidad que cada quien declara para sí mismo. El temor de salvar a las circunstancias para salvarse a uno mismo es parte central del trabajo migratorio. No entender la trascendencia de esta relación entre emigrante y sus nuevas realidades, ni comenzar a trabajarlas antes de migrar, transforma un proyecto de vida en un abismo.
De allí la importancia de la asesoría y/o coaching migratorio. Recuperar a tiempo la posibilidad de un resultado fallido en una experiencia de éxito que crece de lo parcial a lo satisfactorio.
La tarea necesaria va mucho más allá de la generalización irresponsable del "ya veré, a medida que se presenten las circunstancias..." Esa ligereza puede ser parte de un sistema de creencias que no apoyan una migración ni inserción completa. Es una forma segura de llegar al lugar equivocado, tanto dentro como fuera de sí mismo.
Por Harry Czechowicz
José Ortega y Gasset, filósofo español |
“Nuestro Yo se va formando en su encuentro con el mundo. Y el mundo no es una realidad independiente. El mundo es lo que yo advierto y todo aquello de que me ocupo. El ser "es" en relación con la vida. Existimos gracias a la existencia de los demás. Nos encontramos en la vida con el mundo, con nuestro mundo. No es cierto que primero nos encontremos a nosotros y después al mundo, nos encontramos a nosotros sólo en la medida en que nos vemos instalados en el mundo, en cuanto que nos ocupamos con las cosas, con las personas, con nuestra circunstancia. Es por esto, que si no salvamos la circunstancia, no salvamos nuestro yo. Es importante hacerse cargo de uno mismo y, partiendo de la aceptación de tu cuerpo, de tu ser, de tu entorno, enfocar tu proyecto de vida, tu deseo de ser auténtico y de mostrarte ante los demás como realmente quieres hacerlo”.
Esta cita se aplica al emigrante y sus nuevas circunstancias, con la complejidad que cada quien declara para sí mismo. El temor de salvar a las circunstancias para salvarse a uno mismo es parte central del trabajo migratorio. No entender la trascendencia de esta relación entre emigrante y sus nuevas realidades, ni comenzar a trabajarlas antes de migrar, transforma un proyecto de vida en un abismo.
De allí la importancia de la asesoría y/o coaching migratorio. Recuperar a tiempo la posibilidad de un resultado fallido en una experiencia de éxito que crece de lo parcial a lo satisfactorio.
La tarea necesaria va mucho más allá de la generalización irresponsable del "ya veré, a medida que se presenten las circunstancias..." Esa ligereza puede ser parte de un sistema de creencias que no apoyan una migración ni inserción completa. Es una forma segura de llegar al lugar equivocado, tanto dentro como fuera de sí mismo.
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