Los nietos de Skype

Skype, WhatsApp y redes sociales nos han abierto un mundo de posibilidades para seguir en contacto con nuestra familia a pesar de la distancia. Y aunque todo el mundo habla del jovencito con cara de monaguillo que inventó Facebook, los verdaderos artífices del medio para mantener las relaciones familiares a distancia, e incluso para crearlas, son los  inventores de Skype.
Diez recomendaciones para crear y mantener el vínculo familiar en la distancia
Por Rosario Vásquez
 


Detrás de la fluida relación que mi hija establece con sus dos abuelas hay un medio tecnológico irresistible para los niños: la videoconferencia. Por allí se habla, se canta cumpleaños, se cuentan cuentos, se muestran los adelantos escolares… se comparte el día a día de ver crecer los niños, a pesar de que las familias vivan en la distancia.

Muchas personas desean disfrutar de esa posibilidad mediante Skype, confían en que el medio tecnológico en sí mismo basta para ello.  A veces se quejan con cierto sabor amargo: “es que él (niño) no quiere hablar”.  La realidad es que un encuentro satisfactorio va más allá de colocar la pantalla, hacer un par de payasadas y captar la atención de un niño pequeño. Como siempre, el medio es maravilloso (al menos lo es para mí, que me chifla la tecnología), pero la clave está tanto en el contenido como en el tipo de relación que marcan los adultos.

Compartiré unas recomendaciones basadas en mi experiencia que han ayudado a mi hija a mantener una relación fluida con ambas abuelas sin tener contacto físico frecuente. De hecho, realmente este post estaría completo con la ayuda de mi mamá, mis tías, mis suegros y las madres de muchas amigas, pues ellas viven día a día a sus nietos por Skype*.

Seguí manteniendo una estrecha relación con mi mamá durante los años que viví fuera de mi país. Gracias a Skype como medio, pero especialmente porque vimos evolucionar nuestra relación en tiempo real. Ella pudo acompañarme en el proceso de convertirme en mamá y transformarse en una maravillosa abuela utilizando un medio que le era desconocido. Mantuvimos un contacto continuo y naturalizado, como una extensión de lo que sería nuestra relación si viviéramos cerca: conversaba con ella mientras daba de comer, mientras bañaba a Victoria, mientras ella jugaba… era natural escuchar la voz de la abuela en casa, sin prisa y sin “planificar”. Era una visita cotidiana, que Victoria, en la medida en la que fue creciendo, iba pidiendo que se alargara. Pedía que la abuela “se quedara un poco más” y nosotras, seguíamos conversando. Me llevaba la computadora a la mesa mientras comía, o al baño mientras la bañaba. En la actualidad, con sus abuelos paternos vive una situación similar, ahora es papá quien charla con los abuelos a través de la pantalla, y es ella, ya crecida, la que vive esta relación de forma natural.

Antes de los 3 años
1. Es importante comprender que estamos construyendo desde el principio una relación, no una especie de noticiero basado en “mira lo que hace”

Con un bebé entre nuestros brazos es normal desear mostrar a nuestros seres amados todos sus logros, todo en un momento y a pesar de la distancia. Sin embargo hay que recordar, que la relación prioritaria es la que mamá/papá establecen con la persona que está al otro lado de la pantalla, no la que el bebé establece por su cuenta. Por Skype, el bebé necesita escucharnos hablar serenos con nuestra familia, compartir con ella. Eso, en si mismo, es un momento de disfrute para todos.

2. Mediante Skype recreamos una visita, no una llamada telefónica

Nos tomamos el tiempo para saludarnos pero luego el ritmo de la llamada implica a los adultos conversando, mientras el bebé o el niño pequeño, juega cerca, escuchando la conversación. De vez en cuando participa, muestra algo, quiere ser el centro, pero lo que desea realmente es jugar y observar. Al fin y al cabo cuando uno va a casa de sus padres, no se sientan a interrogar al bebé y le dice:  “la abuela te está viendo , ahora canta, habla, recita y baila”.

3. El bebé descubre que no es un programa de televisión ni Youtube sino un medio interactivo

A partir de los 6 meses los bebés empiezan a comprender que la llamada de Skype no es un programa de televisión, sino una comunicación directa con nosotros. La interacción sorprende y resulta ser el inicio de una manera de comunicarse que tiene “vida propia”. En la actualidad me resulta  muy gracioso ver a Victoria de 5 años, en Venezuela, contarle un cuento a su prima de 18 meses que escucha atenta desde Madrid.

Después de los 3 años (y hasta los 8)
4. Las normas de cortesía también son necesarias en nuestra visita virtual

La videoconferencia forma parte de las relaciones sociales, es una visita virtual. Por lo tanto también requiere de las normas de cortesía que usamos habitualmente al visitar otra casa. Saludar, despedir o pedir las cosas “por favor” es igual de importante con una pantalla de por medio que cuando estamos en persona.  Yo personalmente no le exijo a Victoria que hable, pero sí soy firme con el saludo y la despedida, así como lo sería con alguien que viene a casa. Otras veces mi esposo y yo estamos hablando cosas de adultos y no deseamos ser interrumpidos, así que le pido que espere “su turno”, tal y como ocurriría si estuviéramos sentados en mitad de la sala.

5. Evitar el tono melancólico o sensaciones “de falta” o “exclusión”

Cumpleaños, aniversarios o reuniones sociales son momentos propicios para la visita virtual, la videoconferencia. Nos gusta compartir la alegría. Para los niños es importante poner el foco en que se está compartiendo esa alegría, no en la ausencia física. Hay que evitar la la sensación de que están todos ahí reunidos y nosotros somos “los que faltan”, “los que no están”. En el caso de Victoria ha podido sentir que ella está, por ese medio, pero está. Con la esperanza en un encuentro físico, pero sin minusvalorar el contacto virtual.

6. Los niños descubren que no somos los únicos que usamos esta herramienta para el encuentro

 Entrar en el salón de casas diversas mediante Skype permite a los más pequeños saber que no son los únicos que están en esas circunstancias y usan la herramienta. Victoria a sus 5 años es consciente de que muchas familias que conocemos viven una situación similar, convirtiéndose esto en un asunto casi generacional. Ella pertenece al primer grupo de niños en la historia que quizás pueden extrañar a alguien (como abuelos, tíos o primos) pero que pueden vivir el contacto en tiempo real si así lo desean. Muy distinto a los emigrantes de otra época, quienes perdían el contacto con las familias durante meses o años, con el dolor que esto conlleva. Por otro lado no es una desconocida para su familia, quienes la han visto crecer por este medio y van conociendo aspectos de su personalidad, intereses, gustos y hasta pequeños problemas de su cotidianidad.

7. Apoyar sus iniciativas de contacto

Cuando los niños quieren contactar con sus abuelos es importante facilitarles el contacto… a esta edad,  postergar su iniciativa  puede implicar que el deseo de contacto desaparezca en breve, y que cuando sea cómodo para nosotros ya no sea el momento para ellos. Muchas veces nuestra psique no esta disponible para todas las relaciones sociales que quisiéramos, pero es importante facilitar que esas relaciones primarias permanezcan.

8. Los niños no son responsables de la conversación

Durante esta etapa los niños empiezan a tener un relación social con otros adultos independiente de sus padres. Sin embargo siguen siendo los adultos los responsables de mantener el vínculo. Tal y como ocurre en la vida presencial, el vínculo abuelos _ nietos ocurre porque los padres permitimos que fluya la relación. Desde hace aproximadamente un año noto que la relación de Victoria con sus abuelos es independiente de mi y de su papá. Desea llamar por Skype, y ha sorprendido a los abuelos, y a nosotros,  al llamarles ella solita usando la tablet. Este año se quedó con mi mamá una semana, a petición suya y en complicidad con la abuela. Son muestras de una relación cultivada y cuidada, que se ha hecho sólida a pesar de la distancia.

9. Existen cada vez más medios y requiere de acompañamiento para utilizarlos

Los niños van descubriendo que existen múltiples maneras de compartir y  ser vistos mediante móviles o tabletas. WhatsApp e Instagram se asoman al mundo infantil y posiblemente los pequeños los exploren de manera más independiente cuando lectoescritura y motricidad fina estén más desarrolladas. Como todas las redes sociales, requieren de supervisón por parte de los adultos para que la herramienta esté al servicio de una relación familiar sólida y no se convierta en un espacio de riesgo.

10. El contacto virtual NO se convierte en un impedimento para vivir mis relaciones sociales y familiares en el aquí y ahora

Victoria (y nosotros!) juega, vive y se divierte en el espacio-tiempo que le corresponde. En ningún momento el vinculo virtual con la familia impide que experimente espacios naturales de desarrollo: no vamos a interrumpir sus vivencias actuales por mantener una videoconferencia, sino que encontramos equilibrio saludable entre ambas experiencias, tal y como correspondería si estuviéramos cerca de nuestras familias.

Fuente: http://contratransferencia.com/2014/11/03/crear-y-mantener-vinculo-familia-emigrar/

Comentarios

  1. Una ventaja adicional que tiene Skype es la seguridad. La conversación puede mantenerse ajena a interferencias de extraños y es por ello que se puede hacer desde cualquier país, incluso en uno donde el gobierno pretenda censurar las comunicaciones internacionales (he visto informaciones desde Yemen, por ejemplo). Algo para tener en cuenta

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  2. Excelente artículo.
    Mis padres han visto crecer a mi hijo por Skype.
    Mi madre es muy lista y siempre investigó sobre sus aficiones para poder tener tema de conversación y mantener el interés de un niño frente a la pantalla. Si tenía que aprenderse los nombres de los coches de Hotwheels o Pokemon de turno, lo hacía.
    Asistimos virtualmente a todos los cumpleaños y celebraciones de mi familia por Skype. En la mesa siempre hay un puesto vacío y ahí está el portatil conectado con nosotros por Skype.
    Ahora mi hijo es ya un adolescente y le interesan menos las visitas familiares, pero conoce a sus abuelos, siente su cariño y sabe que puede contar con ellos para lo que sea.

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  3. Una excelente idea sobre lo que es la Venezuela actual:
    Venezuela es un país de despedidas, donde los padres prefieren a sus hijos lejos, y los abuelos nos quedamos sin nietos. (Rafael Muci-Mendoza, Elogio de la esperanza, http://imigratoria.blogspot.com/2015/03/elogio-de-la-esperanza.html)

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