Los inmigrantes entre el éxito y el fracaso
Llegar a un país extraño, con un sistema de vida diferente, con un idioma diferente, con razas y religiones diferentes nos coloca, inconscientemente, en la condición de "víctima", pero sentirnos víctimas no es algo que deseamos, ni mucho menos que disfrutemos.
por César Marcus, mayo de 2013
Esta condición socava nuestro ego y sentido de valía y nos hace sentir débiles e impotentes, además, influye en la manera en que los demás nos tratan: podemos sentirnos rechazados, humillados, difamados, etc...
Los inmigrantes tenemos cinco fórmulas muy comunes que utilizamos para no sentirnos víctimas, y lograr el éxito, pero esas mismas fórmulas nos llevan al fracaso cuando son mal aplicadas, muchas veces erramos el camino para seguir adelante sin darnos cuenta.
1. "Pudo haber sido peor"
Camino al éxito: Nuestra educación nos hace compararnos con otros, para sobrellevar experiencias negativas, por eso creemos que todo "pudo haber sido peor", como forma de minimizar una situación, y elegimos compararnos con aquellas personas que están peor que nosotros. Esta defensa es muy común en personas que sobrevivieron a un accidente o alguna enfermedad grave, y se sienten afortunadas por continuar con vida, incluso ante problemas financieros dicen "bueno por lo menos aún tenemos para comer". La comparación que nos permite vernos como "más afortunados que otros" nos aleja del rol de víctimas, nos ayuda a sobreponernos y nos acerca al éxito.
Camino al fracaso: Si bien es verdad que todas las personas tienen problemas, y en muchos casos peores que los nuestros, la comparación nos permite superar el egoísmo inicial que supone la condición de víctimas, pero cuando nos estancamos y permanentemente estamos comparándonos con los demás, corremos el riesgo de no "asumir" una situación, ni luchar por modificarla, y nos centramos en el problema que nos llevó al fracaso, en lugar de desarrollar la solución que nos llevará al éxito.
2. "La culpa es mía"
Camino al éxito: De víctimas nos transformamos en victimarios, a través de una atribución de culpa, o responsabilidad de todo lo que ocurre en nuestro derredor. No llevar puesto el cinturón de seguridad en un accidente nos hace responsable de nuestras heridas, pero no del accidente. Caminar por un barrio extraño de noche, nos hace responsable de asumir un riesgo, pero no nos responsabiliza de la inseguridad ciudadana. Pensamos que el problema sucedió porque, directa o indirectamente lo propiciamos. En el mecanismo de autoinculpación hay una sobrevaloración de la responsabilidad personal, si bien es cierto que somos responsables de nuestros actos, hay circunstancias externas que no son parte de nuestra cuota de culpa, controlar este grado de responsabilidad nos llevara al éxito.
Camino al fracaso: Sabemos que la culpa y el remordimiento son dos de los sentimientos más perturbadores que existen. Si los exaltamos, perjudicamos aún más nuestra autoestima y capacidad de superación. Además, el mecanismo de autoinculpación nos impide reconocer la vulnerabilidad que tenemos ante ciertas situaciones, al llevarnos a pensar que todos los problemas podrían evitarse, es ese el camino que nos llevará al fracaso.
3. "Las malas experiencias"
Camino al éxito: Como inmigrantes tratamos de realizar acciones para evitar que una mala experiencia suceda de nuevo. Nos rehusamos a "quedarnos de brazos cruzados" y decidimos hacer "todo lo que esté en nuestras manos". Por ejemplo, quien vive un robo instala un sistema de alarma en su casa, etc... Y eso está muy bien, porque la acción directa sobre una situación reduce nuestra percepción de vulnerabilidad, apartándonos del rol de víctima, llevándonos al éxito buscado.
Camino al fracaso: Esta misma intervención es la que nos permite aumentar nuestra sensación de control y capacidad, pero puede hacer que nos obsesionemos con una situación. Por ejemplo, ante un asalto colocamos rejas, compramos un perro guardián, instalamos una alarma.... ¿y luego qué?... Vivir pensando en "medidas de prevención", puede llevarnos a quedar prisioneros de una paranoia, y nos conducirá al fracaso.
4. "Todo está bien"
Camino al éxito: Una forma habitual de abandonar el papel de víctima, es probarles a los demás que no lo somos. Por ejemplo, ante un problema de salud, familiar o financiero, muchos dicen: "puedo arreglármelas solo"; otras personas bromean sobre su situación, "no es tan terrible", de esa forma logran salir adelante con fuerza y optimismo.
Camino al fracaso: Esto resulta inefectivo cuando se convierte en un "autoengaño", cuando el "hacer creer" nos lleva a creer que no pasó nada. También puede ser una muestra de debilidad, ya que involucra una "vergüenza" ante determinado problema. Pero lo más grave es que nos aleja de los demás y nos deja solos luchando contra una situación que sería mucho más tolerable si recurriésemos a ayuda externa, llevándonos al fracaso.
5. "¿Por qué a mí?"
Camino al éxito: Ante la habitual pregunta "¿Por qué a mí?" nos planteamos que nuestro sufrimiento sirve a algún propósito superior y beneficioso, encontrar un significado minimiza el impacto de las crisis, muchas personas piensan que el problema que vivieron las transformó en mejores seres humanos. Es común escuchar comentarios como: "Desde que salí del hospital, disfruto más de la vida y valoro más a mi familia y amigos", "Creo que antes del accidente no estaba realmente vivo".
Camino al fracaso: Si bien este mecanismo nos aleja del papel de víctimas, es prudente preguntarse si debemos esperar ir al hospital o tener un accidente para cambiar, o para mejorar un aspecto de nuestra vida. ¿No hubiese sido mejor valorar la vida siempre? Por otro lado, el mecanismo de justificación puede impedirnos encontrar las verdaderas raíces de un problema, si no compartía suficiente tiempo con la familia, ¿a qué se debía, realmente?
Seguramente usted ha elegido alguna de estas soluciones frente a una experiencia negativa en su vida, porque decidir abandonar el papel de víctima es saludable, constructivo, noble y admirable, sin embargo, debe prestar mucha atención a la manera en que logra "salir adelante" ya que muchas veces pensamos que estamos en el camino al éxito y realmente nos encaminamos al fracaso.
Fuente: http://huff.to/1fZYOWY
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