Moha Uno: el rapero inmigrante que transformó su vida

Historias inspiradoras: En El Salvador, Alfredo Molina era parte de giras de cantantes de hip hop y concluía la grabación de un disco con diez temas (que planea presentar pronto en el sur de California), pero “la delincuencia” le forzó a tomar la ruta que muchos seguían hacia EEUU el año pasado. 
Por Isaías Alvarado, La Opinión



Algunas de sus canciones se pueden escuchar en internet: https://soundcloud.com/mohauno

Las manos de Alfredo Molina hablan a señas en esta canción de rap: “Música toca darte gracias/ en estas épocas de letras melancólicas, alegres o poéticas/ eres más, sos mi escudo y mis armas”. Arriba del escenario, Alfredo se ha transformado en “Moha Uno”, el rapero de versos instruidos, positivos y sensibles, pero también críticos de su entorno. Él los resume con el adjetivo “rústicos”.

“Moha Uno” no se detiene un segundo mientras interpreta un tema de su autoría, “Hay que continuar”, en una preparatoria del Sur-Centro de Los Ángeles, el nuevo hogar de cientos de niños y adolescentes que, como él, escaparon de la violencia y la pobreza en el triángulo norte de Centroamérica.

“Muchos jóvenes de allá quisieran estar aquí porque corren peligro por amenazas, por asesinatos a sus familiares”, dice después de una actuación que sorprendió a varios.

Alfredo llegó en noviembre a Estados Unidos, sólo dos meses antes de cumplir 21 años, justo a tiempo para ser considerado parte del éxodo de más de 60 mil menores que ahora buscan asilo político.

En El Salvador, el chico era parte de giras de cantantes de hip hop y concluía la grabación de un disco con diez temas (que planea presentar pronto en el sur de California), pero “la delincuencia” le forzó a tomar la ruta que muchos seguían hacia EEUU el año pasado. “Vine en bus, corriendo peligro, la misma historia”, resume su trayecto de más de 3,000 millas.

Al llegar a Los Ángeles se reencontró con un padre que no veía desde hacía siete años y ahora es su ayudante en un taller mecánico, una experiencia tan grata que –dice él- no puede describir con palabras. El amor familiar también está reflejado en sus letras: “Esta canción va especial para el abuelo/ espero si te vas, papá, me cuides desde el cielo/ pedazos de alma caen y no hay consuelo”.

Alfredo quiere continuar  sus estudios universitarios y sueña con “llegar muy lejos” con su música y que ésta guíe a otros jóvenes centroamericanos que tratan de abrirse camino en un país ajeno. Él ha dado sus primeros pasos cantando en festivales en Pomona, Los Ángeles y Santa Ana.

Doze Recordz, la discográfica salvadoreña que produjo su primer álbum, describe a Alfredo como un chico con talento, mucha voluntad e ideas frescas; y aplaude su decisión de venir a EE UU. “Alfredo es un joven de tantos que no buscan encontrar su sueño fuera del país, sino más bien dentro de él, pero la falta de oportunidad (musical y de trabajo), más la problemática de las pandillas que caracteriza a El Salvador en estos tiempos, empujan -por no decir obligan- a buscar un nuevo horizonte”, señala la disquera. “Fue un orgullo producirlo en nuestro estudio de grabación”, subraya.

“Moha Uno” suele tener una mueca dura, propia de los raperos, pero sus palabras muestran su bondad. He aquí su consejo para los niños refugiados: “este es un país de oportunidad, pero también de destrucción porque se encuentra de todo. Síganle echando ganas porque algún día todo va a cambiar”.

Fuente:http://www.laopinion.com/2015/09/24/moha-uno-el-rapero-migrante-que-huyo-de-la-violencia-audio/

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