¿Qué hacemos? Irnos o quedarnos



por Oscar Hernández Bernalette 


Hemos indicado en otras oportunidades que las razones para emigrar son múltiples y no siempre se mantienen en un patrón definitorio. Me quiero referir en esta oportunidad a Carlos y Darina, cuyo caso llamaremos  “dilema migratorio”.
Ambos están evaluando la decisión de emigrar  pues le hicieron a Carlos  una excelente oferta de trabajo que supone un establecimiento de por vida en el nuevo destino. Se trata de un trabajo a largo plazo, con buena remuneración, en una ciudad a todas luces más segura donde podrían con toda tranquilidad dar los primeros pasos para  tener hijos y establecer así su familia.
A primera vista no pareciera un dilema ya que esta oportunidad es el sueño de muchos: una gran capital, buen salario, trabajo estable y una joven y enamorada pareja. ¿Qué mejor destino? 
Pero Carlos y Darina tienen un muy buen trabajo con excelente remuneración en su ciudad natal. Y solo es Carlos quien cuenta con una oferta laboral, mientras que tal vez Darina podría tardar años en conseguir un trabajo del mismo nivel como el que tiene ahora. Carlos, por otra parte, tiene un ascenso asegurado, y contrariamente de lo que le sucede a muchos, ama su ciudad, no tiene problemas con la inseguridad y considera que lo que gana es más que suficiente.
Y no faltan los problemas afectivos: a ambos los afecta dejar atrás a sus padres, y especialmente a Darina, quien piensa que dejar a su abuela sería una tragedia. Por cierto, ambos han vivido en el exterior y dominan otros idiomas, lo que nos indica que ya no sienten curiosidad ante lo desconocido. 
Hay otros detalles en los que no abundaré excepto resaltar que la disyuntiva para ambos es compleja. Carlos ambiciona la nueva oportunidad pero reconoce que está bien en su trabajo y que también le gusta. Darina piensa en la obligación de seguir a su esposo, pero la frustra congelarse en otro país sin desarrollo profesional garantizado y alejada de la familia.
¿Qué les recomendaríamos? Como siempre usamos un recurso muy valioso, que consiste en trabajar en conjunto los hechos concretos y aproximarnos a lo que realmente queremos y debemos. Es fundamentalmente un trabajo de la pareja. Como primicia les recordé una frase de Charles Kettering: “me interesa el futuro porque en el voy a pasar el resto de mi vida”. De eso se trata una decisión migratoria de esta naturaleza pues, sin darse cuenta, Carlos y Darina ya estaban en el futuro, y estaban felices hasta que una oferta de trabajo les tocó la puerta.

Nuestra conclusión fue que no tenían razones objetivas para irse. Se abrazaron y confirmaron  lo que en  el fondo sus corazones les decía: no tenían  razones objetivas para  irse de su país.
  
@bernalette1



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