Decisiones migratorias. ¿De qué manera quedarse o irse?


Lo bueno y lo mejor. Ante una decisión de quedarse o irse, también es necesario saber de qué manera se queda o se emigra. De ahí la importancia de establecer la diferencia entre lo bueno y lo mejor, categorías similares en tanto que lo mejor pareciera ser la culminación de algo bueno. Y sin embargo, con frecuencia lo bueno y lo mejor van en direcciones opuestas y obedecen a tres variables: el tiempo, la zona de comodidad y las consecuencias de las decisiones a tomar. 

Harry Czechowicz y Sonia Peña- Czechowicz. Tomado del libro Inteligencia Migratoria en acción

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay
Por ejemplo: lo bueno puede ser permanecer en las condiciones en las que vive, en su trabajo, rodeado de sus amistades, afectos y cultura. Lo mejor sería tomar un año sabático para adquirir conocimientos que serán una herramienta competitiva a su favor, para lo cual debería sacrificar por un tiempo parte de lo Bueno para dedicarse a lo Mejor. Una persona con una agenda muy ocupada y productiva (Bueno), pero descuidada con su salud y familia, necesita considerar, antes de que una enfermedad lo obligue, disminuir su adicción al trabajo y encontrar tiempo para ejercitarse y acercarse a su familia, actividades que no consideraba como “productivas”. Ese cambio de perspectiva y de reingeniería personal sería lo Mejor. Como notará, existe un costo para migrar de lo bueno a lo mejor. Pero no es un sacrificio, porque la connotación de sacrificarse involucra una pérdida y no una decisión. Cuando el tiempo, la postergación y las excusas sustituyen a las decisiones, aparecen las inevitables consecuencias que terminan por eliminar lo bueno y también lo mejor. 

Y también es necesario ser creativo. Hace falta la disposición de crear herramientas de adaptación y ponerlas en práctica con amplitud, y aceptar que toda rutina exitosa necesita pasar por una curva de aprendizaje, con los ensayos y errores que son parte del perfeccionamiento de esas destrezas de inserción social, tolerancia, tiempos de reflexión para establecer en qué punto del camino está y mirar hacia atrás para reconocer lo recorrido en el mapa. Y de la misma manera, observar lo que falta por hacer, por aprender y practicar, corregir el rumbo o mantenerlo. Todo esto viene con el tiempo, si la intención de adaptarse es seria y comprometida. 

Es muy fácil cansarse con la práctica de nuevas destrezas que exigen tiempo y dedicación. No en vano se dice que la necesidad es la madre de la creatividad, desde el aprendizaje correcto de otro idioma, al aprendizaje continuo de conductas y costumbres sociales en la nueva realidad mientras aspira a ser ciudadano del nuevo país. 


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