Cualquier cambio implica incertidumbre

A la hora de tomar una decisión, la incertidumbre es lo primero que hay que asumir. Después conviene valorar elementos objetivos y subjetivos que pueden influir en nuestra resolución, darnos un tiempo de reflexión y pasar a la acción. Por Lola Morón*, El País, España Tomamos decisiones decenas de veces cada día. Banales la mayoría, otras que pueden cambiar nuestra vida para siempre. El objetivo de toda resolución es obtener de entre diferentes alternativas aquella que suponga la solución más adecuada a un problema que previamente hemos identificado; decidir cuál de las potenciales es la más apropiada para lograr nuestro objetivo, maximizando los beneficios, reduciendo los costes y logrando unos niveles de seguridad en los que consigamos sentirnos cómodos. Para decidir, el primer paso consiste en asumir un grado de incertidumbre. No se puede tener la certeza de que nuestra elección va a ser la correcta, ya que existen factores imprevisibles que no podemos controlar. Hasta los r...